Los jugadores del Madrid se han convertido en los grandes señalados de la grave crisis que está viviendo el club blanco. No son los únicos, porque Florentino Pérez está recibiendo más o igual que los futbolistas, pero hay matices, muchos matices entre los dos casos. Así, en la capital, hay un sector de la prensa madridista con notable poder de convicción entre los aficionados del Real que repiten casi a diario que a los jugadores les falta actitud, hambre deportiva y que la mayoría no merecen vestir la camiseta blanca.
No es nada nuevo bajo el sol porque esta situación de culpar a todos menos al presidente se ha repetido en más de una ocasión y eso, quieras o no, levanta sospechas. La última que eso sucedió fue cuando Benítez estaba siendo muy criticado y se decía que no tenía buena relación con el vestuario. Ahí, los jugadores del Real Madrid fueron criticados por no seguir las órdenes del entrenador madrileño –recordando, de paso, que Mourinho se fue por su mala relación con los jugadores– que para esos mismos era un ejemplo de madridismo. Poco después, pasaron a entender y aprobar la destitución de Benítez. No quedó ahí la cosa porque después de las críticas del madrileño al proyecto del Real Madrid de los últimos años, el técnico pasó de madridista de corazón a ser un resentido con el club blanco.
La llegada de Zidane supuso una tregua en ese discurso de criticar a los jugadores, pero la derrota ante el Atlético de Madrid ha vuelto a abrir la caja de Pandora contra el vestuario. Los gritos de la grada contra Florentino Pérez tienen como principales culpables a los futbolistas y a partir de esa consigna, las críticas muy duras algunas de ellas contra los jugadores blancos son el pan nuestro de cada día. Se ha abierto la veda para que los ‘disparos’ vayan contra ellos y no en otra dirección, incluida la del banquillo. Y es que Zidane, por el momento, se salva de todas las críticas, empezando por las de la afición.
Esta tónica de señalar a los futbolistas del Real Madrid tiene pinta que seguirá hasta final de temporada porque la trayectoria del equipo no da muchas esperanzas. Las críticas, seguramente se irán recrudeciendo conforme el Real Madrid vaya perdiendo partidos y cuando caiga en la Champions League –si es que cae, por supuesto– ya no habrá tregua a la hora de señalar a los jugadores. Algo que incluso en estos momentos está pasando con, por ejemplo, James Rodríguez e Isco a los que por su pobre partido ante el Atlético ya los sitúan fuera del Bernabéu a final de temporada cuando hasta hace bien poco eran de los pocos que eran indiscutibles.
De momento, ya se ha puesto de moda la expresión ‘limpia en el vestuario’ entre esos círculos que se han posicionado contra el vestuario blanco. Un mantra que comenzó a finales del año pasado, cuando Benítez era entrenador, y que ahora se ha recuperado con más fuerza que nunca
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